En cada mudanza dejamos un poco de nosotros mismos; no solo recuerdos, sino también nuestras pertenencias que no siempre podemos llevar a nuestro nuevo hogar. Cada cambio es parte de nuestro crecimiento y debemos tomarlo como la oportunidad perfecta para dejar aquellas cosas que quedaron obsoletas o, simplemente, que no tendrán un lugar adecuado en el nuevo espacio que estamos creando.
Mudarse a otra ciudad es un proceso de desprendimiento aún más costoso; sin embargo, te damos algunos consejos para llevarlo con la mayor naturalidad.
Explorar antes de llegar
Es importante tener un punto de apoyo, siempre existe aquella persona que conoce los alrededores y las características de cada distrito, asegúrate de describirle tus prioridades para que pueda recomendarte dónde estarías mejor ubicado.
Además, es necesario conocer los rangos de precio y la distancia hacia los lugares que frecuentemente serán concurridos. Si estás realizando esta mudanza con tu familia, deberás incorporar las zonas donde se encuentran ubicados centros de estudio, lugares de esparcimiento y centros comerciales.
No olvides el tema de seguridad, una ciudad nueva, representa peligros desconocidos para los turistas.
Prepararse para los cambios
Escribe una lista de aquellas cosas que hoy posees y son necesarias para desenvolverte en el día a día, como un “kit de supervivencia”, no solo deben ser insumos de primera necesidad, sino también aquellas pertenencias que tienen un valor emocional y que harán tu estadía más confortable.
Empaca ligero al inicio y prioriza aquellos objetos que usarás durante la temporada, recuerda que el clima podría ser más extremo que en el que actualmente vives. Aquellas cosas que resulten más cómodo comprar en el lugar de destino, será mejor que las dejes en casa, mientras más espacio reserves para lo indispensable, más eficiente será tu viaje.
Comenzar a hacer amigos
La oportunidad de conocer gente nueva empieza ahora, tener personas aliadas en tu entorno hará más placentera tu estadía. Ubica, de preferencia, aquellas personas que compartan tus mismos intereses sin dejar de lado aquellas que te brinden confianza.
Recuerda que tener un punto de partida hará más fácil establecer tu red de contactos, incluso tus nuevas contrataciones: personal de limpieza, cuidado de niños, servicio de movilidad, etc.
Ahorrar
Cada inicio contempla emociones y experiencias nuevas, pero alguna de ellas pueden representar una mayor inversión, es por eso que durante los primeros meses es aconsejable ser conservador, así evitarás sorpresas en el camino.
Si el motivo de esta mudanza se dio por oportunidades laborales establece un margen de gastos que te permita ahorrar para el futuro, recuerda, todo sacrificio es para mejor… así que asegúrate de cuantificarlo.
No pierdas el contacto con tus seres queridos
Ellos siempre estarán orgullosos de tu realización, a donde quiera que vayas querrán acompañarte emocionalmente, no dejes de llamarlos y hacerlos parte de esta nueva experiencia.
Naturalmente, las comunicaciones irán siendo más esporádicas, pero existen lazos que ninguna distancia será suficiente. Motívate cada cierto tiempo recordando historias vividas con personajes conocidos, ahora tienes la oportunidad de continuar con más experiencia.
Disfruta los cambios
Reconoce aquellos aspectos que han mejorado con esta mudanza, dales un espacio y siéntete orgulloso de tus logros. A veces sólo dejamos que nuestro nuevo estilo de vida pase de largo, sin valorar cada pequeño objetivo alcanzado, no pierdas la brújula y recuerda que los caminos no solo tienen una dirección.